Bosque de Jozani y Mariposario

Hasta que los árabes omaníes dieron orden de talar todos los bosques tropicales para plantar especias, las islas estaban cubiertas de bosques pantanosos, matorrales perennes y manglares. El último vestigio de esta vegetación original en Unguja, la isla principal del archipiélago de Zanzíbar, es el bosque de Jozani, situado entre las bahías de Chwaka y Uzi. En el interior del frondoso bosque, con su cálida humedad, su espesura por debajo y sus altos y raros árboles, es muy posible toparse con un caracol gigante, un mono negro, un cangrejo cocotero o incluso una pitón. Un poco más allá, hay monos colobos rojos de Zanzíbar balanceándose entre las ramas de los árboles, acicalándose unos a otros o comiendo. Son buenos amigos de los monos negros, ¡porque no compiten por la misma comida! De nuevo unos metros más adelante entramos en un asombroso bosque de manglares con raíces que sostienen los árboles como zancos en el agua y ramas del mar que entran en el bosque como ríos. De camino al bosque de Jozani, pasaremos por la cercana Granja de Mariposas que, en colaboración con el WWF, intenta preservar todas las especies de mariposas autóctonas. Los aldeanos las crían en sus casas y así pueden obtener unos ingresos extra, y las mariposas se liberan en la naturaleza. Sólo unas pocas se mantienen en un gran jardín, protegidas por una red, para garantizar su existencia continuada.